Es importante debido a que permite valorar, tanto en la niñez como la edad adulta, el correcto desarrollo de los componentes visuales permitiendo detectar de manera oportuna diversas patologías y así brindar un correcto tratamiento, buscando mejorar la calidad de vida y prevenir futuras complicaciones.
  • A los recién nacidos, por un pediatra o especialista.
  • Menores de 3 años, si se detectan alteraciones oculares como falta de alineamiento.
  • Previo al ingreso al Jardín de niños o Primaria para evaluar su correcto desarrollo.
  • Pacientes con antecedentes familiares.
  • En adultos se recomienda realizar una consulta después de los 40 años.
  • Hipermetropía: Error de refracción que hace que los objetos cercanos se vean borrosos.
  • Astigmatismo: Es un problema común que puede hacer la visión borrosa o distorsionada.
  • Miopía: Es un problema de refracción que hace que los objetos lejanos se vean borrosos.
  • Presbicia: Error de refracción que le dificulta a las personas de mediana edad y a los adultos mayores ver cosas de cerca.